Litio – Algunos apuntes sobre el marco regulatorio argentino y sus desafíos

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"Litio – Algunos apuntes sobre el marco regulatorio argentino y sus desafíos" es un artículo escrito por Francisco M. Gutiérrez y Cecilia Garibotti para la revista Panorama Minero 




Litio – Algunos apuntes sobre el marco regulatorio argentino y sus desafíos

No es una novedad que en la última década el litio ha adquirido una importancia fundamental como insumo de la industria electrónica. Esto es particularmente relevante para Argentina, por encontrarse en el conocido “triángulo del litio” y contar con reservas probadas, tanto en salmuera como en roca. Sin ir más lejos, el año pasado la consultora Global Data estimó que para 2022 Argentina pasaría a ser la segunda productora mundial de este metal.  

A diferencia de otros países de la región, Argentina no cuenta en la actualidad con un marco regulatorio específico para el litio, ni con un cuerpo normativo  uniforme para su explotación dado que, por el carácter federal del país, se superponen normas emanadas tanto del Estado Nacional como de las provincias. Sin embargo, existen mesas de trabajo en el sector, integradas por representantes de las provincias con mayor cantidad de reservas (Jujuy, Catamarca y Salta), del sector privado y de la Nación  en las que se discute el desarrollo de un marco jurídico especifico.

De acuerdo con la Constitución Nacional las Provincias son dueñas originarias de los recursos minerales dentro de su jurisdicción. Sin embargo, se aplica al litio el Código de Minería como norma jurídica de fondo, al mismo tiempo que las leyes federales se encargan de promover las inversiones, de fijar los derechos de exportación, así como de la promoción y protección de la libre competencia y de establecer presupuestos mínimos ambientales.

Las Provincias, por su parte, se reservan la regulación de los aspectos procedimentales para el otorgamiento de permisos y concesiones y establecen las normas medioambientales particulares que complementan los presupuestos mínimos nacionales. En este sentido, la obtención de las licencias sociales y permisos ambientales a nivel local constituye un aspecto crítico en la práctica, no solo por el impacto social en las comunidades prestablecidas sino también por las características naturales de los yacimientos.

El proceso de extracción del litio en salares localizados en zonas desérticas es el de mayor relevancia actual en Argentina. Por ello, el consumo de agua genera uno de los mayores conflictos ambientales, a punto tal que diversos grupos han planteado objeciones al desarrollo de proyectos de litio invocando los efectos adversos que podría tener sobre el recurso acuático. En 2010 la mesa de 33 comunidades originarias para la Defensa y Gestión del Territorio (Salta y Jujuy) presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, exigiendo la consulta previa sobre los proyectos extractivos en Laguna Guayatayoc y Salinas Grandes. Luego del rechazo de la Corte, el planteo se encuentra actualmente a consideración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Vale recalcar que en 2011 Jujuy declaró a las reservas minerales que contienen litio como un recurso estratégico para el desarrollo provincial, circunstancia que somete a los proyectos de litio a una evaluación adicional por parte de un Comité de Expertos. 

En enero de 2019, y luego de movilizaciones de vecinos que reclamaban por el impacto ambiental en un curso de agua cercano, la provincia de San Luis declaró la caducidad del proyecto de explotación de mina de litio en roca Mina Géminis (Resolución 299/2018 que se hizo pública en enero de 2019) e informó que no hay permisos de explotación de ese mineral en la provincia y que cualquier proyecto tendría que enmarcarse en el “Tratado de Paz entre Progreso y Medio Ambiente” y la Ley Nº 634/08 “Preservación y restauración ambiental del sector minero”.

Las Provincias son también las beneficiarias de las regalías que se cobran a la explotación de litio, las que actualmente se ubican en el orden del 3%, aunque ha habido proyectos para reducirlas o para aplicar exenciones a cambio del desarrollo de infraestructura de transporte y logística. Asimismo, la industria se beneficiaría de la reducción impositiva prevista en el “Acuerdo Federal Minero” firmado en 2017, pero que todavía no ha sido aprobado por el Congreso Nacional.

Otra cuestión que merece atención por su posible impacto impositivo se vincula con el hecho de que, al no estar listado en el London Metal Exchange, no hay un precio internacional de referencia del litio, circunstancia que ha generado problemas para fijar el precio sobre el que se cobran regalías, tanto en Argentina como en otros países. Actualmente, las mineras informan el precio de cada transacción y sobre éste se calcula el pago de las regalías. Recientemente se ha conocido la intención de iniciar tratativas entre Argentina y Bolivia para fijar un precio del litio, lo que, de ocurrir en el futuro,  podría implicar un incremento impositivo para las mineras si éstas venden a un precio menor al establecido en un eventual acuerdo binacional.

La ultima particularidad regulatoria del litio en nuestro país que deseamos desatacar en esta breve nota es el principio de no discriminación que rige con relación a la nacionalidad de quienes exploran y explotan recursos mineros. Esta libertad marca una diferencia no menor con el panorama regulatorio de otros países vecinos, como Chile o Bolivia, que establecen numerosas restricciones a su explotación y concesión al haber declarado al litio como un recurso nacional estratégico. Sin bien en Argentina también han existido intentos en este sentido, no han sido aprobados por el Congreso Nacional.